Los gritos del aire Si a la canción desesperada yerta de proxeneta y de palabra grave me quieres arrojar con tus desdenes Si al versema de letras con espinas de penitente frase tú deseas arrojarme como minueto al aire imagínate llave y lanza mis oxígenos al viento O figúrate un hada que transforma en batracios mis claveles O píntate de diosa trazándome un destino que aún travieso no morirá el rubor que te abre a un beso
La tu altivez la tu mirada esquiva la tu sonrisa de los labios cuerdos divinas y tiranas señoritas tuyas que son benévolas con alguien mas donadoras de maleza y riesgos para este tanto amor que largo te ama
Pero la huella avanza y en un segundo llorarán tus ruedas haber dejado al aire que a mis ojos de laca les bañara
Sé que sucederá pues te presagio Y aún ésto me duele… ¡Ay, ay de mi dolor tan despreciado porque ni yo lo quiero al condenado
Camelia cruel:
ResponderEliminarSu mirada se posa
en otro árbol.
...
Mira la luna
las miradas entre ellos
y tiene envidia.
Muy bien. Un manejo más acabado de la metáfora. Felicidades.
ResponderEliminarLos gritos del aire
ResponderEliminarSi a la canción desesperada
yerta
de proxeneta
y de palabra grave
me quieres arrojar con tus desdenes
Si al versema de letras con espinas
de penitente frase
tú deseas arrojarme
como minueto al aire
imagínate llave y lanza mis oxígenos al viento
O figúrate un hada
que transforma en batracios mis claveles
O píntate de diosa
trazándome un destino
que aún travieso
no morirá el rubor que te abre a un beso
La tu altivez
la tu mirada esquiva
la tu sonrisa de los labios cuerdos
divinas y tiranas señoritas tuyas
que son benévolas con alguien
mas donadoras de maleza y riesgos
para este tanto amor que largo te ama
Pero la huella avanza
y en un segundo llorarán tus ruedas
haber dejado al aire
que a mis ojos de laca les bañara
Sé que sucederá pues te presagio
Y aún ésto me duele…
¡Ay, ay de mi dolor tan despreciado
porque ni yo lo quiero al condenado